Chevrolet Onix

El Chevrolet Onix es un modelo que, a pesar del paso del tiempo y la llegada de nuevos competidores, sigue plantado con firmeza en el segmento B. Con una propuesta que combina buen equipamiento, eficiencia y una experiencia de manejo muy amigable, el Onix demuestra que no hace falta ser el más moderno para seguir siendo una compra inteligente. En esta reseña te cuento cómo me fue con una de las versiones tope de gama de este hatch fabricado en Brasil

Diseño

El diseño prácticamente no cambió desde que se presentó en 2019, pero eso no significa que se vea anticuado. Con una silueta armónica, llantas de 16 pulgadas, detalles cromados y luces LED delanteras (de posición), ofrece un aspecto elegante y juvenil a la vez. No es el más llamativo frente a rivales como el Peugeot 208, pero mantiene una estética equilibrada que gusta.

Motorización y transmisión

Bajo el capó se encuentra el conocido motor 1.0 turbo de tres cilindros, que entrega 116 CV y 160 Nm. Se destaca por tener un andar suave y un torque que aparece desde muy bajas vueltas, lo que lo hace ágil en ciudad y eficiente en ruta. Está asociado a una caja automática de seis marchas que trabaja con suavidad logrando que no se noten los cambios. Respecto al tema de la correa bañada en aceite, es importante aclarar que, con un mantenimiento adecuado, no representa un problema. Chevrolet ajustó los intervalos y mejoró los materiales en las unidades actuales, por lo que no debería ser un factor de preocupación al momento de elegir este modelo. De todos modos, me encargué de hacer una búsqueda de casos en masa de usuarios reclamando las fallas de este motor y no encontré nada, ni siquiera buscando en portugués. Lo que sí encontré es mucha gente recomendando no comprar el Onix o cualquier modelo que tenga correa bañada en aceite pero esto está mas vinculado a la mala fama (bien ganada) que levantó el motor PureTech de Stellantis por los múltiples casos y denuncias de fallos prematuros.

Equipamiento de seguridad

Uno de los puntos fuertes del Onix Premier es su seguridad: cuenta con 6 airbags, control de estabilidad y tracción, asistente de arranque en pendiente, sensores de estacionamiento y cámara de retroceso. Adeuda algunas ayudas a la conducción que ya presentan sus competidores como alerta de colisión frontal, mantenimiento de carril o control de crucero adaptativo, pero como punto destacable cuenta con asistencia al estacionamiento.

Tecnología

El Onix Premier viene muy bien equipado: sistema multimedia con pantalla de 8 pulgadas, conectividad con Android Auto y Apple CarPlay (inalámbrico), WiFi (hasta 6 personas), cargador inalámbrico (que no era para nada intuitivo y el teléfono casi nunca cargaba bien), climatizador automático, y encendido sin llave. La insonorización está bien lograda y la suspensión trabaja con soltura sobre calles irregulares. La habitabilidad delantera es buena aunque me costó encontrar una correcta posición de manejo, considero que la butaca del conductor regula muy poco en altura, y en las plazas traseras hay espacio razonable para adultos.

Funcionalidad

El baúl del Onix ofrece 275 litros, algo por debajo de algunos de sus rivales, aunque suficiente para el uso diario. Tiene respaldo trasero rebatible en proporción 60/40, lo que le suma versatilidad. En el interior hay varios portaobjetos útiles y una buena cantidad de conexiones USB (antiguos).

Conclusión

Puede que el Onix Premier no sea el modelo más nuevo ni el más vistoso del mercado, pero sigue siendo una opción muy equilibrada. Ofrece buena performance, un gran nivel de equipamiento, excelente seguridad y un andar confortable. Su motor 1.0 turbo demostró ser confiable con el mantenimiento adecuado, y su relación precio-producto lo mantiene como una de las compras más lógicas en el segmento B. Si buscás un hatch con todo lo necesario, sin sorpresas y a buen precio, el Onix Premier merece estar en tu lista.