Toyota Yaris Hatchback

El Yaris nunca me llamó la atención. Ni por diseño, ni por propuestas, ni por posicionamiento. Siempre lo vi como ese auto correcto que simplemente existe. Pero como la idea de elcerokm.com es probar de todo y dar una mirada lo más objetiva posible, decidí darle una oportunidad a esta versión XS con caja CVT, una de las más accesibles del catálogo actual.

Diseño

Hay autos que entran por los ojos, este no. El Yaris no busca seducir visualmente porque tiene un diseño neutro, sin riesgos ni detalles memorables. La parrilla es grande y algo agresiva, pero no alcanza a despertar emociones. Todo esto es lógico si tenemos en cuenta que este Yaris, en su origen (el primero y más feo vino de Tailandia), es un desarrollo para mercados emergentes y nada tiene que ver con el Yaris europeo. Llantas de 15", ópticas halógenas y ningún rasgo distintivo: cumple, pero no emociona. En otras palabras, es un auto que podés estacionar en la calle sin mirar dos veces hacia atrás.

Motorización y transmisión

El corazón de este XS es un motor 1.5 aspirado de 107 CV, asociado a una caja CVT que busca suavidad y eficiencia. En ciudad se comporta bien: responde de forma progresiva, sin tirones ni sobresaltos, aunque sin bríos deportivos. En ruta, al exigir, se hace notar con un zumbido constante típico de las CVT, pero se banca cruceros legales sin esfuerzo. No es rápido, pero tampoco lento: simplemente va. Lo mejor es que el consumo es muy bueno. En ciclo mixto promedió unos 8,8 L/100 km, lo que lo convierte en un aliado para el uso diario.

Equipamiento de seguridad

Toyota no escatimó en este rubro, y eso se agradece: 7 airbags de serie, control de estabilidad, asistencia de arranque en pendiente y anclajes ISOFIX. No tiene ADAS en esta versión, pero ofrece una base sólida que lo hace seguro desde lo esencial.

Comfort

La posición de manejo me resultó ideal (porque regula mucho en altura y eso me gusta) y las butacas en general son muy cómodas y los materiales, aunque duros, están bien ensamblados. No hay lujos, pero sí solidez y cero ruidos raros.
A destacar, todas las puertas cuentan con el mismo acabado, incluso el tapizado de los reposabrazos.

Tecnología

Acá no me sorprendió tanto porque ofrece lo básico y esperable de una versión entrada de gama de un modelo del segmento B: Pantalla táctil de 7", Android Auto y CarPlay (con cable), levantavidrios eléctricos en las 4 puertas, cierre centralizado con comando a distancia (siento que estamos en 2004) y detalles en color carrocería.
Lo que sí me sorprendió para bien, fue el equipo de audio, muy bueno para ser el que se ofrece de fábrica sin ningún “brandeo” pretencioso. Suena mucho mejor que el del Hyundai HB20 y se posiciona un poco por encima del Chevrolet Onix Premier.

Funcionalidad

El espacio interior es uno de sus puntos fuertes. Atrás entran dos adultos cómodos, y el baúl de 310 litros cumple con creces. Eso sí, no hay ninguna amenity y cuenta con rueda de repuesto tipo “cookie”. La guantera es generosa y el espacio que esconde el reposabrazos es correcto, hay tomas USB antiguas y un diseño interior práctico, aunque algo anticuado en estética. Pero, de nuevo, es funcional.

Conclusión

El Toyota Yaris XS no me despertó emociones intensas pero aún así me encantó. Antes no era un auto que soñara tener ni que recomendase con entusiasmo, pero una vez que lo probé todo cambió. Si me pongo el traje de consumidor racional, no puedo ignorar su propuesta: confiabilidad mecánica, bajo consumo, buen espacio y seguridad completa desde la base.
Es uno de esos autos que no brillan, pero hacen bien todo lo que prometen. Y para muchos, eso es más que suficiente. Si buscás algo sin vueltas, sin sorpresas, y con el respaldo de Toyota, el Yaris XS puede ser tu próxima elección... aunque nunca te haya hecho latir el corazón.